El fitness y culturismo son dos actividades que se han convertido tendencia al momento de querer incorporar la actividad física en nuestras vida y no sabemos por cual decidirnos.
Hay estadísticas que demuestran que, tras años de entrenamiento en musculación, muchas de las personas que practicaban este deporte se volcaron al fitness. Las razones de este cambio son diversas, desde las más comunes, como el aburrimiento que interviene en un momento determinado, hasta problemas de salud.
Es bien sabido que el entrenamiento de musculación de tipo anaeróbico es muy exigente. En la mayoría de los casos, los programas aeróbicos se evitan porque los deportistas temen perder masa muscular.
Otro inconveniente de los entrenamientos de musculación es el hecho de que los deportistas tienen que trabajar mucho con el pecho bloqueado, en apnea, por los grandes pesos que utilizan para aumentar la musculatura.
El bloqueo respiratorio durante el esfuerzo de fuerza también se conoce como fenómeno de Valsalva y se estudió inicialmente en el caso de los levantadores de pesas. La aplicación de esta técnica puede tener como consecuencias, con el tiempo, elevación de la presión arterial, baja retroalimentación sanguínea por las venas, varices, etc.
Es obvio que con el proceso de envejecimiento, las venas se vuelven más rígidas, proceso favorecido por la arterioesclerosis que aparece en personas cada vez más jóvenes.
La elasticidad de las paredes de estos vasos sanguíneos disminuye, por lo que al hacer un esfuerzo de fuerza con pesos realmente pesados, los deportistas corren peligro de sufrir un derrame cerebral, porque los vasos pueden romperse. Este riesgo es mucho menor en el fitness.
Los pesos que se utilizan en este deporte son pequeños o medianos, ya que la finalidad de la práctica de este deporte no es una hipertrofia espectacular de los músculos, sino fortalecer, relajar y remodelar los músculos.
Otra ventaja del fitness es un área de ejercicios más rica y variada, inspirada en el complejo entrenamiento del culturismo pero también de muchos otros deportes. Por ejemplo, en la pliometría fitness encontramos ejercicios utilizados en atletismo, gimnasia, halterofilia, deportes de lucha, etc.
Estos programas tienen como consecuencia la formación de músculos mucho más funcionales, que pueden hacer frente a situaciones exigentes de la vida real, no solo con posar durante concursos de musculación.
Debido a que no hay obsesión por los músculos, se puede introducir entrenamiento aeróbico en los programas. Sus ventajas son: hacer más elásticas las paredes de los vasos sanguíneos, disminuir el colesterol y hacer una excelente profilaxis de las enfermedades cardiovasculares.
El tiempo es otro factor a tener en cuenta. Mientras que en el culturismo el programa dividido más simple requiere un mínimo de cuatro entrenamientos semanales, en el fitness, donde todos o la mayoría de los grupos musculares se ejercitan durante un entrenamiento, tres días no consecutivos a la semana son suficientes.
Los ejercicios aeróbicos se pueden realizar tanto en los días libres, como adicionales al entrenamiento en el gimnasio, siendo en este caso el tiempo total de entrenamiento de una hora y media como máximo.
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El paso del fisicoculturismo al fitness no tiene como consecuencia una pérdida significativa de masa muscular, aunque se disminuya el volumen de los músculos. De todos modos, el fortalecimiento y el alivio de los músculos no se pierden. Esta pequeña pérdida queda totalmente compensada por las ventajas de practicar ejercicios mucho más complejos y, por qué no reconocerlo, mucho más seguros para la salud de las personas.
